Ingredientes

Para preparar las albóndigas

• 500 g de carne picada (200 g de carne magra de cerdo y 300 g de riñón de vacuno). La mejor carne picada es la que eliges en la carnicería y que pican en el
• momento, olvídate de las ya preparadas.
• 1 huevo.
• 50 g de pan rallado.
• 100 ml de leche.
• 1 diente de ajo.
• Harina de trigo para el empanado.
• Aceite de semillas para freír y sal.

Para la salsa de tomate casera

• 1/2 kg de tomates de pera maduros o tomates de lata picados o tamizados. También puedes utilizar otro tipo de tomates que te gusten más, pero deben estar
• jugosos y sobre todo maduros. En verano uso tomates de pera, pero cuando no son de temporada, suelo usar tomates tamizados.
• 2 dientes de ajo.
• 1 cebolla.
• 1/2 cucharadita de sal.
• 1/2 cucharadita de azúcar.
• Albahaca, orégano u otras hierbas o especias (opcional).
• Aceite de oliva.

Y si te apetece una guarnición, necesitarás patatas, aproximadamente 1 o 2 por persona, dependiendo de si son grandes o pequeñas.

Preparación

1. Poner el pan rallado en un bol y verter la leche. Remover y triturar para ablandarlas.
2. Pelar y picar el ajo muy fino y añadirlo al bol junto con la carne, el huevo y un poco de sal. Mezclar todo bien hasta que la mezcla sea homogénea.
3. Coger pequeñas porciones con la mano o con la ayuda de dos cucharas, formar un círculo y pasarlo por harina. Últimamente suelo utilizar una cuchara de helado para esta tarea, pero no la lleno del todo porque si no serían demasiado grandes, pero para darles forma facilita mucho la tarea y la masa no se pega.
4. Cuando todas las bolas estén listas, pon abundante aceite en una sartén o cacerola profunda y ponla a fuego medio-alto. Cuando esté caliente, freír las bolas en pequeños grupos de 4 o 5 para que el aceite no se caliente demasiado. Si se queman demasiado rápido, reduzca el fuego y si tardan demasiado, auméntelo.
5. Cuando veas que se han dorado un poco por fuera, retíralas sin aceite con una cuchara escurridora y colócalas en un plato con papel de cocina.
6. Ahora pasamos a la salsa de tomate. Pelar los dientes de ajo y la cebolla y picarlos finamente.
7. Ponemos una cacerola (preferiblemente alta, porque al cocinar los tomates suele salpicar) con un chorrito de aceite de oliva a fuego medio-bajo y cuando esté caliente, añadimos los ajos y la cebolla y los sofreímos, removiendo de vez en cuando, hasta que empiecen a dorarse, tardará unos 10 minutos.
8. Si utiliza tomates tamizados, pase al siguiente paso. Si usas tomates frescos, lávalos muy bien y si no quieres la piel o las semillas, tritúralos (con una batidora de vaso o un robot de cocina) y cuélalos, pero si no te importa la piel, simplemente córtalos en trozos pequeños.
9. Cuando la cebolla empiece a dorarse, añade el tomate a la olla junto con la sal y el azúcar (el azúcar está ahí para reducir la acidez del tomate, pero puedes omitirlo si lo prefieres).
10. Baja el fuego y deja que la salsa cueza a fuego lento durante unos 30-45 minutos (si salpica mucho, cubre la olla con una tapa, pero inclínala un poco para que los vapores se evaporen y la salsa espese), aunque tendrás que decidir tú el tiempo porque depende del tipo de tomate que utilices y es importante que la consistencia sea la adecuada para tu gusto. A mí me gusta que quede muy espesa, y si uso tomates de lata tamizados, suele tardar 30 minutos.
11. Si la consistencia es de su gusto, pruébela y ajuste la sal o el azúcar a su gusto.
12. Mientras tanto, puedes preparar el relleno de patatas. Lava un poco las patatas si están sucias, ponlas en un recipiente apto para microondas y cuécelas al vapor durante 8-10 minutos o hasta que puedas perforarlas y ya no se abran.
13. Pele las patatas, córtelas en trozos y fríalas en una sartén de hierro fundido con un poco de aceite hasta que se doren ligeramente y sazónelas al gusto. Son muy sanos y nada grasos, tiernos por dentro y dorados por fuera, ¡deliciosos!
14. Cuando la salsa esté lista, se añaden las albóndigas, se mezclan bien y se fríen otros 5 minutos para que absorban el sabor.