Un placer compartir estas recetas, que personalmente son de las que más me gusta preparar en forma cotidiana, por el sencillo motivo de que son tan deliciosas como sanas y -por si fuera poco- nutritivas.
Las espinacas, son fuente de muchas vitaminas y nutrientes esenciales, no tienen nada de grasa y aún así son portadoras de fortaleza y energía; una verdadera riqueza en términos de alimentación. Destaca su elevado contenido en vitaminas A y C.
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Ingredientes
- 200 gramos de zanahorias
- 1 k de espinacas
- 500 gr de patatas
- 500 gr de calabaza
- 3 huevos
- 4 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Sal (a gusto del consumidor)
- 100 gramos de harina
Preparación
- Como primer paso se lavan bien las espinacas, se dejan escurrir limpiándolas bien y retirando de sus hojas las partes más fibrosas y los tallos rígidos si los hay.
- Poner a cocinar en agua con sal, escurrir, rerservar.
- Pela, lava y corta en trozos medianos las patatas, las zanahorias y la calabaza. Pon a cocinar en agua y sal a gusto, deja cocinar hasta que todo esté bien blando (para facilitar el pisado para hacer el puré); escurre y deja entibiar.
- Se pisa el puré, agregando aceite de oliva para homogeneizar. Cuando se logre un puré homogéneo se añaden las espinacas verdes cocidas (y si es posible cortadas pequeñas).
- Aparte, pon a sofreir el ajo con la mitad del aceite indicado; acto seguido lo mezclas al puré anterior.
- Ajusta la sal y la pimienta. Deja reposar.
- Se sirven con la guarnición preferida, sugiero una ensalada de granos de maíz, con tomate y lechuga crespa coronados con un rico aliño.