Los espaguetis son una variedad de pasta larga, muy popular en las cocinas mediterráneas, pero consumida en todo el mundo. Se trata de tiras de pasta de más o menos 30 centímetros de longitud, aunque dependiendo del grosor, podemos encontrar spaghettini (más finos) y sapghettoni, algo más gruesos.
Están hechos de la mezcla de huevo, agua y harina. Lo más común es utilizar harina de sémola, normalmente de sémola de trigo. Aunque también podemos encontrar en el mercado espagueti hechos con harina de trigo entero. En este caso, resultan ser más sanos pero sobre todo, son los recomendados para las personas que no toleran el gluten.
Y por supuesto, hoy en día, disponemos de una gran variedad de espagueti, debido a los ingredientes añadidos que los fabricantes van incorporando. Nos referimos a espagueti elaborados con verduras en polvo, incluyendo sabores tales como espinacas, zanahoria o remolacha, por ejemplo.
Cuando hablamos de pasta, siempre hay que tener en cuenta que existen dos tipos de pasta: la fresca y la dura o seca. En el caso de los espagueti, lo más común es el espagueti seco. La pasta fresca, al diferir un poco en su elaboración, es mejor reservarla para cuando vayamos a emplear una salsa de crema. Y además, la pasta fresca ha de guardarse en la nevera (ojo, que tiene fecha de caducidad) y a la hora de hervirla no se hinchará tanto como la pasta seca.
Consejos para preparar los espaguetis
La preparación de los espaguetis es muy sencilla, se trata solamente de hervir en abundante agua con un puñadito de sal, durante unos 10 minutos. Eso sí, algunas consideraciones son:
- Utilizar una olla bien grande, para que no se peguen entre ellos. Si no fuera posible, echar un chorrito de aceite al agua, para que hiervan bien sueltos.
- Una vez cocida la pasta, no hay que enjuagarla, si no le estaríamos quitando todo el almidón y el sabor que ha cogido de la sal. A no ser, claro, que se vaya a emplear en frío, en una ensalada de pasta.
- Utilizamos el término “al dente” al referirnos a los espagueti que quedan un poco más firmes, no tan duros, después de hervir. Esto se consigue acortando el tiempo de cocción, normalmente será la mitad del tiempo que indica el etiquetado.
Ahora solo queda añadir a los espagueti la salsa que más nos apetezca, puesto que admite un ilimitado abanico de posibilidades. Se pueden combinar con carnes, pescados o verduras y con casi todos los sabores. Por ejemplo, desde unos espagueti algo picantes (a la “putanesca”) hasta los clásicos espagueti a la boloñesa, con tomate y carne. Encontrarás infinidad de recetas variadas y originales en nuestro blogrecetas.com, seguro que encuentras las que mejor se adaptan a ti.