INGREDIENTES:
- 1 brócoli pequeño
- 4 dientes de ajo
- 3 ramitas de perejil fresco
- 1 vaso de leche (aprox.)
- 3 cucharadas colmadas de harina
- 1 cucharada colmada de queso emmental rallado
- Nuez moscada al gusto
- Pan rallado para empanar
- 1 huevo
- mantequilla
- aceite de oliva para freír
- sal y pimienta
Preparación
- En primer lugar, hierve el brócoli en agua con sal hasta que esté muy blando. Escurrir en un colador y apretar con una espátula para eliminar toda el agua posible.
- Picar el ajo y las ramitas de perejil. Poner una cucharada de mantequilla en una sartén y saltear el ajo a fuego lento.
- Cuando el ajo esté blando, se añade el brócoli, que se desmenuza hasta formar una masa con una cuchara de madera. Cuando esté bien rallado, añadir la harina y mezclar bien. Cocer durante 1 minuto, removiendo constantemente para que la harina se tueste un poco.
- Pasado este tiempo, añadir la pimienta, el emmental y la nuez moscada y comenzar a añadir la leche poco a poco, removiendo constantemente. Añade poco a poco más leche hasta que tengas una mezcla de croquetas manejable que se desprenda de la sartén cuando la pintes con la paleta.
- Retirar la cacerola del fuego y pasar las croquetas de brócoli y emmental a un recipiente con tapa adecuada en la nevera. Los dejamos fuera para que se enfríen durante 10 minutos, para no poner la masa demasiado caliente directamente en el frío, y en la nevera otros 30 minutos. Pasado este tiempo, empezamos a dar forma a las croquetas con la ayuda de dos cucharas.
- Una vez enrolladas todas las croquetas, es el momento de rebozarlas. Para ello, ponemos el pan rallado en un bol hondo y un huevo batido en otro. Pasar las croquetas primero por el pan rallado, luego por el huevo y finalmente por el pan rallado de nuevo.
- Por último, ponga suficiente aceite de oliva en una sartén para calentarla. Es importante que no eche humo, así que ten cuidado. Una forma de saber si está caliente es añadir un poco de la mezcla de huevo y pan rallado y ver si se dora inmediatamente. Freír las croquetas por tandas, procurando que se doren por todos los lados.
Cuando las retires del fuego, colócalas sobre papel de cocina para que absorban los restos de aceite.
