La combinación precisa de texturas y sabores hacen de la cocina internacional el deleite de los comensales. La cocina de fusión más precisamente la comida asiática, variada e indescriptible, aromática y fresca no es la única. Desde Navarra nos llega esta receta de principios del siglo XX. Donde ya se probaban distintas opciones como en este caso el chocolate.
Ingredientes (para cuatro personas)
- 4 perdices (limpias)
- 18 cebollas
- 30 gr de chocolate negro rallado
- 100 gr de grasa de cerdo
- 3 cucharadas soperas de aceite
- 2 dientes de ajo
- 1 hoja de laurel
- 2 clavos de olor
- ¼ l de vino blanco o tinto
- 1 vaso de vinagre de vino
- ¼ de l de caldo (o agua caliente)
- sal
- pimienta
Preparación:
- Primero que nada elegir una buenas perdices en la pollería o el supermercado, salarlas por dentro y por fuera.
- En una sartén pon algo de aceite y la mitad de la grasa de cerdo y dora las perdices en él por ambos lados.
- Pasa luego las perdices a una olla y reserva.
- En la sartén que habéis usado dora los dientes de ajo y añádeselos a la olla con toda la grasa que quedó de la cocción anterior. Añade el vino, el vinagre, el caldo, la pimienta y los clavos.
- Pon a fuego mediano y deja hasta que llegue a ebullición, tapa y deja que se siga cocinando.
- Pela las cebollas, dóralas en la sartén con el resto del aceite y grasa de cerdo, reserva en un plato.
- Cuando las perdices estén casi cocidas, agrega el chocolate rallado, mézclalo e incorpora las cebollas.
- Continúa la cocción hasta que las perdices y la cebolla estén blandas.
- Con ayuda de una espumadera, pon las perdices en una fuente, retira el laurel y el ajo.
- Vierte sobre las perdices la salsa y ya esta pronto para servir.
